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PREDESTINATION (2014). HUEVO O GALLINA DISTÓPICA

Foto del escritor: antonio mateosantonio mateos

Director: Michael Spierig, Peter Spierig 

Guion: Michael Spierig, Peter Spierig (basado en "All You Zombies" de Robert A. Heinlein) 

Reparto principal: Ethan Hawke, Sarah Snook, Noah Taylor 

Duración: 97 minutos 

Temática: Paradojas temporales, identidad, destino, existencialismo 

Compositor: Peter Spierig 

Fotografía: Ben Nott 

Productora: Screen Australia, Blacklab Entertainment 

Distribuidora: Pinnacle Films (Australia), Sony Pictures Worldwide Acquisitions 

Estilo visual: Minimalismo oscuro, tonos fríos y sombríos, encuadres calculados y atmósfera inquietante 

Inspiración: Explora los dilemas de identidad y el impacto de los ciclos temporales en el individuo; influencias de la ciencia ficción filosófica, con un enfoque en el existencialismo y la narrativa no lineal. 



El tiempo no avanza; colapsa, se repliega en un punto donde causa y efecto pierden su significado. En este relato, la paradoja no es un recurso narrativo, sino el núcleo que sostiene su identidad. Como un engranaje perfecto, cada escena encaja con precisión matemática, revelando apenas lo justo para mantener al espectador al borde, atrapado entre la fascinación y la inquietud.


Ethan Hawke es el eje de esta maquinaria, un intérprete que no necesita grandes gestos para transmitir la densidad emocional de alguien atrapado en un ciclo imposible de romper. Su contención revela capas de un personaje desgastado por el peso de una misión que parece deslizarse entre sus dedos. Frente a él, Sarah Snook se reinventa escena tras escena, tan versátil que su presencia se siente como el motor emocional de la historia. Sus gestos y miradas se cargan de significado, como piezas de un rompecabezas que construyen algo más que un personaje: un símbolo de la fragilidad y la fuerza humanas.



La estructura de la película es tan precisa como impredecible, un juego de perspectivas que desafía las convenciones del tiempo lineal. Aquí no se trata solo de desentrañar un misterio, sino de convivir con la desconcertante sensación de que todas las respuestas conducen al mismo lugar. Pero lejos de ser fría, la narrativa encuentra humanidad en la lucha de sus protagonistas, atrapados en un ciclo que no busca redención ni propósito, sino la simple aceptación de lo que es.


El manejo técnico es impecable. Desde su ritmo contenido hasta los espacios cerrados que refuerzan la sensación de encierro, todo en esta película está diseñado para mantenerte atrapado. Los diálogos no son explicativos; son ecos, pistas que resuenan en el vacío de una historia que parece completa incluso cuando faltan piezas. Y cuando el concepto de la paradoja finalmente se materializa, no lo hace como un truco, sino como una verdad inevitable que se siente más visceral que intelectual.



Es un viaje breve pero intenso, donde el tiempo deja de ser una línea para convertirse en un espejo. Al final, no importa si logras entender cada detalle, porque lo que permanece es la sensación de haber presenciado algo tan inquebrantable como el destino mismo.





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